Trump Administration Could Shift Stance on State AI Regulations

Speculation grows as signs emerge that the Trump administration might reconsider its opposition to state-level AI regulations, impacting tech policy.

Washington, October 2023 – La administración de Trump está mostrando indicios de no oponerse más a las regulaciones estatales de inteligencia artificial (IA). Esta medida podría marcar un cambio significativo en la política federal de tecnología y respuesta del gobierno frente a la autonomía de los estados en regular tecnologías emergentes.

Lo Nuevo

El gobierno de Trump ha mostrado señales de abrirse a que los estados manejen sus propias regulaciones de IA. Hasta ahora, la administración había seguido una política de oposición contundente a cualquier regulación a nivel estatal que pudiera interferir con la normativa federal. Sin embargo, voces dentro de la administración sugieren que una nueva postura podría permitir a los estados experimentar más libremente con regulaciones ajustadas a sus necesidades particulares.

Por qué importa

El cambio de postura del gobierno de Trump reflejaría un enfoque más flexible y descentralizado, permitiendo a los estados líderes en tecnología, como California y Nueva York, implementar regulaciones más estrictas sobre el uso de IA y, potencialmente, ofrecer modelos para una futura legislación federal. Puede también impactar a competidores en el mercado global de LLMs y aprendizaje autónomo, quienes podrían ver en esto una oportunidad para ajustar su tecnología a diversos mercados regulatorios estatales.

Comparación: AI Policy Flexibilities

Este posible giro en política podría verse reflejado en el modo en que empresas tech siguen las diferentes leyes, lo cual podría llevar a una mayor independencia estatal comparable a las políticas europeas de verano de 2020 con el MiFID II para fintech.

  • Los estados podrían adaptar las normativas de acuerdo a sus industrias específicas.
  • Fomentaría innovación en inferencias y procesos de IA.
  • Podría establecer un nuevo estándar al respetar el federalismo tecnológico.
  • Crearía un precedente clave en la relación tecnología-política a nivel estatal.
  • Posicionaría a EE.UU. como un líder flexible en la adaptación AI global.